La Alianza Humano-Sangheili es una alianza que ocurrió en Octubre de 2552, la cual aún está vigente entre las fuerzas leales del Inquisidor y el UNSC. Los líderes de esta alianza son el Inquisidor y Lord Hood. Poco después del Gran Cisma,la alianza inestable entre los separatistas y sus antiguos enemigos, los seres humanos, se forjó en su totalidad por necesidad.
Antecedentes[]
Durante la Batalla de la Instalación 05, después de recuperar el Índice de Activación, el Profeta de la Verdad envió un mensaje a los Brutes para que asesinaran a todos los líderes Elite. Los Elites, al ver esta traición iniciaron una batalla en los alrededores de Gran Caridad contra los Profetas y los Brutes. La flota Sangheili empezó muy mal, pero poco a poco acabaron con las naves Brutes por montón.
Batalla de la Instalación 05 y Final de la Guerra[]
El Inquisidor fue teletransportado por el Gravemind a un acantilado muy cerca de la Sala de Control de Delta Halo, donde reunió tropas de Grunts y Elites para acabar con los Brutes del área. Posteriormente, el Inquisidor se reunió con algunos Marines liderados por el Sargento Mayor Avery Johnson, lo que obligó a ambos a unirse con el fin de evitar que el líder Brute Tartarus activara Delta Halo y disparara la Matriz de Halo. Junto al Inquisidor, Johnson y la Comandante Miranda Keyes derrotaron a Tartarus, causándole la muerte y la desactivación de la instalación, pero no termina totalmente la amenaza. Sin embargo, el Inquisidor convenció al resto de los Sangheili para unirse a los seres humanos. Mientras que las dos facciones experimentaron cierta fricción, debido a su alianza a que se basa en la filosofía el enemigo de mi enemigo es mi amigo. Principalmente dio lugar a buenas relaciones políticas y los Elites aprendieron que a pesar de que los humanos no eran tan fuertes, preferían morir por la humanidad antes que por ellos mismos, lo que generó que muchos Elites respetaran incluso al humano más débil. Durante los acontecimientos de Halo 3, los Elites lucharon junto a los seres humanos en la batalla de la Tierra y el Arca.
La devastada Flota Natal del UNSC estaba feliz de aceptar la ayuda de los superiores barcos de guerra Separatistas. Los Elites tenían comprensión sobre las tácticas usadas por los brutes lo que generó una atmósfera de tranquilidad, donde una flota de tres veces mayor que la enviada por los Elites, fue completamente destruida. Recurrentemente los héroes de la batalla, el Inquisidor y John-117 lucharon al lado de otros muchas veces en el conflicto desesperado y largo. Juntos, los dos hicieron un equipo increíble y el Profeta de la Verdad fue finalmente asesinado por el Inquisidor con John-117 desactivando el arsenal de Halo, marcando el fin al Imperio Covenant. Más tarde, John destruyó a Gravemind en Gran Caridad y el Arca fue severamente dañada cuando disparó el nuevo anillo de Halo creada por encima del Arca, que también destruyó al Flood. Desafortunadamente, John-117 y su acompañante IA Cortana terminaron a la deriva en el espacio después del final de Halo 3. La presencia del Inquisidor en los servicios fúnebres para John-117 indicó que a raíz de la victoria, los separatistas y los seres humanos se mantuvo amigables entre sí, ya que ambos habían hecho enormes sacrificios para poner fin a Verdad y las fuerzas leales, así como el Gravemind y el Flood. Además, el Inquisidor y el almirante Lord Terrence Hood se estrecharon la mano en señalización de la paz, lo que fue uno de los eventos más importantes y emblemáticos de la historia. Mientras que Hood era incapaz de perdonar al Inquisidor y los demás separatistas por lo que habían hecho a nosotros, tenía su agradecimiento por estar de lado de la humanidad y, en particular, John-117 hasta el final de la guerra.
Curiosidades[]
- Después de la Gran Cisma muchos Sangheili volvieron a usar armaduras superiores que fueron prohibidas en los años del Covenant.
- También se les permitió usar la espada de energía a todos los Sangheili después del Gran Cisma.
- No se sabe con exactitud que les paso al resto de las naves del UNSC durante la Batalla de la Tierra, pero es evidente que se siguieron fabricando más naves.