Un Arca Nuclear es un explosivo de alto poder que utiliza la energía nuclear. Esto incluye el vector transportador, como los misiles balísticos intercontinentales, los misiles balísticos de lanzamiento submarino y parte de la infraestructura involucrada en su manejo y operación. El UNSC solo usa armas nucleares cuando se ve superada por el número de enemigos o si la maniobra de combate lo amerita, por ejemplo la Maniobra de Keyes.
Uso[]
Espacial[]
El uso de ojivas nucleares de proximidad en enfrentamientos espaciales fue común en los primeros años de la Guerra Covenant, pero el choque térmico y la radiación directa mostraron ser ineficaces en contra de naves provistas con Escudos de Energía. Posteriores desarrollos utilizaron ojivas de láser de rayos-x o lanzas nucleares, ojivas nucleares supercargadas que utilizan una bomba de fusión para crear y acelerar un jet de plasma a velocidades relativistas. Las armas nucleares convencionales se siguen usando en combate terrestre. [1]
Terrestre[]
Los dispositivos destructivos de fusión media de grado militar son dispositivos nucleares portátiles que se usan más comúnmente para excavación y minería, pero están diseñados cómodamente para el combate como armas nucleares tácticas. Su arquitectura base es simple y poco imaginativa, un cilindro con un teclado, anclado a un sistema de propulsión para detonación remota o, en circunstancias extraordinarias, activado manualmente en el sitio. Durante la Guerra Covenant, las armas nucleares tácticas fueron un elemento esencial de la estrategia de reserva del UNSC, negando de manera preventiva el territorio que el Covenant podía usar para crear puntos de apoyo o establecer líneas de suministro, así como despejar grandes focos de ocupación enemiga. [2]
Armas nucleares del UNSC[]
- Bomba FENRIS
- Bomba FURY
- Bomba HAVOK
- Bomba NOVA
- Misil Bident
- Misil Harpoon
- Misil Hyperion
- Misil Shiva
- Misil Rudra
- Misil Nuclear VE-3
- Misil Balístico Intercontinental 11-B1
Galería[]
Fuentes[]
- ↑ Halo: Warfleet, página 16
- ↑ Halo Encyclopedia 2022, página 185
|