"Señor, esa fue la maniobra más brillante que haya visto". |
La Maniobra de Keyes fue una famosa maniobra táctica espacial ejecutada por primera vez por el entonces Comandante Jacob Keyes durante la Batalla de Sigma Octanus IV. El resultado fue una de las pocas victorias navales del UNSC sobre las fuerzas del Covenant y la promoción de Keyes a Capitán por el Almirante Stanforth; además, alzó la moral de la flota entera.
Detalles[]
Al llegar a Sigma Octanus IV en respuesta ante un inminente ataque por parte del Covenant, el UNSC Iroquois se vio cercado por un grupo de ataque del Covenant que consistía de un Carguero, un Destructor y dos Fragatas.
El Comandante Keyes decidió atacar fijando al Iroquois en rumbo de colisión hacia el Destructor Covenant a una velocidad de emergencia mientras soltaba un Misil Nuclear Clase-Shiva en lo que parecería una dirección errónea. Las dos Fragatas procedieron a lanzar un Torpedo de Plasma cada una pero el Iroquois se las arregló para esquivarlos usando sus impulsores de emergencia. Habiendo fallado su blanco, los torpedos dieron vuelta y continuaron siguiendo a la nave del UNSC.
La programación de seguimiento fue crucial para el éxito de la estrategia de Keyes. Una corrección en el curso de último minuto le permitió al Iroquois "raspar" al Destructor y dañar parte de los escudos más que a la nave en sí, resultando en la destrucción de gran parte del blindaje del Iroquois (Keyes rasgó dos metros de blindaje de titanio y en consecuencia cada una de las cubiertas inferiores de la nave fueron dañadas). Los Torpedos de Plasma en estado de seguimiento impactaron el Destructor al no poder corregir su curso, y esto dañó seriamente al Destructor. Una gran cantidad de Misiles Archer envió al maltrecho Destructor a su fin.
Con la oportunidad que Keyes había creado en la primera fase, el Iroquois realizó una maniobra alrededor del planeta para catapultarse usando la gravedad de éste. Una vez a una distancia segura, la ojiva nuclear soltada anteriormente detonó, inutilizando completamente los escudos de ambas Fragatas. Habiendo completado su movimiento orbitante, el UNSC Iroquois continuó el ataque y destruyó las dos Fragatas con dos rondas MAC y los cientos de Misiles Archer restantes. Con sus escoltas destruidas, el Carguero del Covenant optó por retirarse de la batalla, pero no sin tomar contramedidas, ya que antes de irse dejó 34 Naves de Descenso y una Corbeta Ligera Clase-DAV para continuar el asalto en tierra. Más tarde, el Carguero condujo al resto de la flota del Covenant a Sigma Octanus IV.
Daños en el Iroquois[]
En el fragor de la batalla el UNSC Iroquois quedó tan dañado que casi requería una reparación desde cero. Un 15% de los electrónicos tuvieron que ser reemplazados debido a las quemaduras causadas por el EMP de la Misil Shiva. Ocho impulsores magnéticos tuvieron que ser reemplazados también, desactivando el Cañón MAC por un tiempo. Uno de los impulsores de emergencia tuvo que ser rellenado. Las ventilas del motor se fundieron por el calor extremo y el motor tuvo que ser desmontado para repararlo. Después de ser montado de nuevo por los astilleros en tierra, el Iroquois sólo contaba con el 50% de la energía de la que disponía originalmente. Por último, todas las cubiertas inferiores que habían resultado dañadas por la colisión con el Destructor debían ser reemplazadas. Los astilleros le ofrecieron a Keyes repintar una franja de color rojo que tenía el Iroquois, pero él se negó, para no olvidar aquellas cicatrices de guerra.